viernes, 5 de enero de 2007

COMO ALGO MÁS

En esta sección están las publicaciones en donde aparecemos mencionados en consejo editorial, agradecimientos, quejas, etc. etc. etc.

Legión fanzine, no.1, octubre 2001.


Legión arte subterráneo, no. 1, 2006

jueves, 4 de enero de 2007

MISCELÁNEO

En esta sección hemos metido aquellas publicaciones en donde sólo participamos una vez, o bien nos publicaron por razones diversas que nada tienen que ver con el libre albedrío.

Antros on Line, no 1 (y único, parece), octubre/noviembre 2002.

The Velvet Underground & Nico

Con motivo de los 25 años de su lanzamiento, Universal presenta una edición de lujo del disco debut de Velvet Underground que contiene dos cds. El primero reúne la versión estéreo remasterizada de la obra y algunas canciones del disco solista de Nico “Chelsa Girls”. El segundo presenta la versión monoaural y los “demos” de All Tomorrow's Parties, I’ll Be Your Mirror, Sunday Morning , y Famme Fatale. El empaque de cartón (protegido por un delgado estuche de plástico) rescata el diseño original de Andy Warhol haciendo posible remover la cáscara de la distintiva banana, mientras que el booklet de 20 páginas cuenta con fotografías de la banda y la letra de las canciones. Esencial para fans de hueso colorado.

La crónica de hoy, cartelera, estancias, 17 de agosto 1998.
Concurso de traducción.

Elemental, no 1, enero, 2007

Nada en realidad (todavía). Negrita
Pero es el principio de una bonita amistad colaboradora.

CÓDIGO 06140

Estas son las colaboracines que hemos tenido con la revista condechi que en el nombre lleva la penitencia. De los dos primeros artículos no nos acordamos bien de la ficha, pero suponemos que en algún momento lo arreglaremos.


Código 06140, 2002

¿De dónde viene la estética space adoptada por la escena electrónica?

En estos días es común observar en la ropa, el maquillaje, el decorado de interiores y el diseño gráfico, sobre todo en aquella referente a la escena electrónica, una serie de motivos que entran bajo la denominación de estética space. Toda la serie de códigos que la conforman se establecieron a lo largo de la segunda mitad del siglo pasado a partir de los cincuentas con la supuesta fiebre de avistamientos extraterrestres y el arranque de la carrera espacial. El impacto de ambos elementos marcó toda una época en el cine y la TV. La ambientación las producciones realizadas en estos medios comenzó a establecer los parámetros de esta estética. Los trajes espaciales presentaban colores muy vivos y metálicos. Aunque en un principio eran holgados, poco a poco se ci?eron para mostrar los atributos físicos de los actores y actrices. Además, el recorte de volumen brindó a los personajes una imagen mucho más dinámica. El calzado y los accesorios exageraron su tamaño. A partir de ese momento las botas sobre la rodilla, las plataformas, los cinturones gruesos así como los peinados altos en las mujeres, por citar algunos ejemplos, se hicieron distintivos. El maquillaje fue un complemento indispensable. Las figuras de las sombras en los ojos asemejaban diseños aerodinámicos. La piel de los extraterrestres, aunque azul, verde o roja debía mantener cierto equilibrio con la ropa por lo que la diamantina, glitter en inglés, tuvo un papel determinante.
Para la llegada a la luna ya existían toda una serie de códigos pop que evocaban una atmósfera espacial en el diseño gráfico e industrial. Películas como 2001 A Space Odyssey, Sleeper, THX1138, son una clara muestra de ello. Los muebles y decorados muestran un corte minimalista, muy acorde con la visión utópica de que en el futuro la sociedad adoptará un espíritu funcional. Los colores se volvieron mucho más conservadores y la ambientación de espacios artificiales se recargá mucho en el blanco. Sin embargo, con la llegada del glam rock la estética space encuentrá una válvula de escape. La figura del space cadet como analog?a del rock star se volvió una pieza importante en el fondo y forma de las letras de las canciones y de los conciertos. Los músicos explotaron una imagen andrógina apoyada en maquillaje y ropas glamorosas llenas de brillos y color.
En los 80 Balde Runner marcó la tendencia en el diseño de los decorados pop a partir de jugar con la obscuridad, haces de luz y anuncios luminosos. Bares, discos, restaurantes y muchos otros espacios públicos fueron los que se vieron más influenciados por este último rasgo. No obstante, fue hasta los noventa, la década de la referencia e intertextualidad, en dónde el space encontró el espacio propicio desarrollarse en todos sus aspectos, la escena electrónica. Esta se ha servido del space en cuanto a dirección de arte, decorado de espacios y manera de vestir se refiere.


Código 06140, 2002
The Osbournes, segunda temporada

En Marzo 5 del 2002, MTV lanzó al aire el primer programa de The Osbournes, una serie de 13 episodios de formato similar al de The Real World contando con Ozzy Osbourne y su segunda familia; su esposa Sharon, y sus hijos Kelly y Jack como protaginistas. El programa se convirtió de inmediato en el de mayor audiencia en la historia de la cadena musical y generó todo tipo de parafernalia siguiendo la norma establecida por Star Wars. Ante tal respuesta, el 26 de noviembre de 2002 MTV presentó la segunda temporada de la serie, ahora de 20 episodios, acentuando los elementos que consolidaron la formula que da carácter a este “reality show”.
El programa ha generado diversas opiniones, a favor y en contra, en varios ámbitos. Algunos fanáticos de Ozzy han dicho que es una traición al espíritu del rock; mientras que desde la academia se escuchan voces que dicen que es un ejemplo perfecto de una realidad que sólo existe en los medios de comunicación en donde los protagonistas no hacen más que cumplir con lo que de ellos se espera. Quizá Aimee Rachel, hija mayor de Ozzy y Sharon, quien decidió no aparecer en la serie, pueda ofrecer una opinión objetiva al respecto. Lo que es indiscutible es que la serie refleja la visión y el discurso que rige en la cultura pop contemporánea de los Estados Unidos.
En México el programa ha sido tan bien recibido que, para no quedarse atrás en cuanto a propuestas mediáticas de vanguardia, la franquicia correspondiente a Latinoamérica norte está preparando el piloto de Los Lora. Mientras eso sucede, la segunda temporada de The Osbournes comenzará a transmitirse por MTV Latino en febrero. El fin de semana previo al estreno estará dedicado a la serie y se transmitirán especiales, entrevistas, detrás de las cámaras, videos, y por supuesto, la primera temporada.



Código 06140 no. 28 Agosto/Septiembre 2005

Burton sobre Burton
Freak, artista incomprendido y mentiroso.

Cuando uno se asoma a la obra de Tim Burton existe cierta predisposición acerca de lo que se puede hallar en cada una de sus películas. En un nivel superficial se puede hablar de un personaje freak como protagonista, una estética visual –que a estas alturas ya es, más bien, un estilo personal–, a su compositor de cabecera y, por supuesto, un discurso construido a través del pastiche y la parodia cuyo margen de referencia comienza contemplando un margen de la cultura pop general y se va cerrando hasta observar un campo semiótico personal. Profundizando un poco más, se puede observar que uno de los temas recurrentes en los trabajos de Burton es la reflexión sobre su papel como creador y la percepción de su obra tanto por la industria como por el espectador. Este argumento es la columna vertebral de sus tres películas más introspectivas: Edward Scissorhands (1990), Ed Wood (1994) y Big Fish (2003); en ellas Burton sopesa tres momentos de su vida como artista poniendo en manifiesto las bondades e inclemencias generadas a lo largo de su proceso creativo.
En la primera entrega de esta serie, a la par del retrato de vicisitudes por las que atravesó como artista adolescente, Burton hace una analogía de lo acartonado que resultó su experiencia en los estudios Disney, pues con independencia de que gozara de cierta libertad para elaborar proyectos personales como Frankenweene (1984) o Vincent (1982), sus rarezas debían guardar cierta armonía con la estética Mickey Mouse, al igual que los trabajos de jardinería o de peluquería de Edward en el entorno suburbano. Burton no sólo hace un autoretrato en la figura del joven con manos de tijera sino que a través del nombre de pila del personaje rinde homenaje a dos de sus mentores artísticos, Edward Gorey y Ed Wood jr. personalidades radicales de la cultura pop anglosajona con las que Burton siente una afinidad espiritual. La radicalidad en su personaje se muestra más allá de su origen y manera de comportarse, más bien se encuentra en el hecho de que sólo puede crear a través de la destrucción y cuando dicha destrucción se manifiesta a la ofensiva puede ser mortal como lo comprueba su antagonista Jim.
En la siguiente película, Burton hace un paralelo de su experiencia dentro de la industria, tras haber surcado el firmamento del main stream con Batman (1989) y Batman Returns (1992), con la figura del tristemente entusiasta Ed Wood. Burton pone en manifiesto algunas de las sutilezas que se manejan en Hollywood para llevar a cabo la producción de una película así como las vicisitudes que enfrentan los productores independientes. Pero una de las críticas más contundentes es hacia el inmisericorde olvido de la industria a su historia y, por ende, hacia el abandono de gente que ya no representan buenos números en taquilla, independientemente de su calidad creativa.
Finalmente, en 2003, Burton se presenta más maduro, reflexivo y tranquilo a través de un tercer Edward, esta vez de apellido Bloom. Burton establece que no necesita de Hollowood así como su protagonista no necesita del small-town America para florecer. De permanecer ahí no podrán crecer tanto como lo harían en un río por ello, si en las otras dos cintas Burton rinde homenaje a sus influencias, en Big Fish se celebra a si mismo. A diferencia de las dos cintas en donde se dirige al gran público a través de la narración de su envejecida amada o de un presentador de películas B, en esta encontramos a la figura de Burton padre hablándole a su recién nacido hijo a través de la voz de este último. Big Fish hace un recuento de los triunfos y daños que un narrador de historias con trabajo de vendedor, otra analogía sarcástica al oficio de director, para quien, a fin de cuentas lo más importante es ser recordado por la comunidad como un buen cuenta cuentos.
Aunque los siguientes trabajos de Burton (que se estrenaán este 2005) Charlie and the Chocolate Factory y Corpse Bride, cuyos respectivos protagonistas, Charlie Bucket y Victor van Dort, no enriquezcan la figura de Edward será interesante observar qué sucede con el discurdo de Burton después de Big Fish, ahora que se ha alejado de la industria hollywoodense y comienza producir obras bajo el manto del Reino Unido.





Código 06140 no. 30 Diciembre/Enero 2006

Just for Kicks
El objeto del deseo de nuestros tiempos

Allá por los años setenta los tenis relegaron su función deportiva para convertirse en un motivo recurrente de la escena del Hip hop y de ahí establecerse como un objeto de culto de la cultura pop. Just for Kicks (2005) documental dirigido por Thibout DeLongeville y Lisa Leone se anuncia como el primer trabajo cinematográfico en asomarse a la escena y a las personalidades que impulsaron esta revolución en la moda la cual desembocó en un negocio de 26 mil millones de dólares. Más que una historia sobre la industria de los tenis Just for Kicks cuenta el ascenso de este accesorio al lugar privilegiado que ocupa en el mundo del Hip hop. La película cae como anillo al dedo en un momento en que el margen que ocupa este calzado en la cultura pop se ha expandido a espacios que, en principio, le eran incompatibles.
Las campañas publicitarias se han vuelto mucho más complejas en su forma y fondo en cuanto a que emplean diversas estrategias de difusión relativas al imaginario colectivo de zonas específicas -–Europa, Asia, América del norte y Latinoamérica, entre otras-– manteniendo, por supuesto, un énfasis en la estadounidense para conseguir una mayor penetración en el mercado. Así pues, no sólo podemos ver anuncios televisivos que mezclan estrellas del básquetbol como Kobe o LeBron interpretando una coreografía deportiva cuyos sonidos interpretan una composición de Afrika Bambaataa; sino muestras plásticas de artistas como John Leigh, Karen Ingram o Meiko-shiori, que mezclan este calzado con paisajes naturales dentro de una campaña en pro del medio ambiente.
Este año, una de las compañías más importantes de tenis a nivel mundial lanzó una colección decorada por artistas oaxaqueños con la intención de mostrar al mundo la tradición pictórica de un pueblo cuyo y generar un impacto en el mercado internacional a través de esta memoria cultural. Para demostrar que esta cuestión del apoyo a jóvenes creadores no se limita al espacio de los artistas plásticos, esta compañía también lanzó una convocatoria, dirigida a cineastas noveles, para la realización de cortos de 24 segundos que retraten el contexto popular en donde determinado estilo de tenis se haya arraigado.
Aprovechando que varios modelos se han convertido en codiciados objetos de colección, las marcas más importantes han puesto a disposición del público árboles genealógicos de sus tenis a través de internet para que los coleccionistas profesionales puedan comparar y corroborar todo tipo de datos relativos a alguna nueva adquisición. Para aquellos que empiezan con este pasatiempo, o bien para aquellos que no son tan afortunados económicamente, varias de estas marcas tienen una línea de diseños retro la cual rescata los modelos vintage más famosos y memorables cuyo precio se mantiene en un nivel muy accesible. Por otro lado, en estas páginas electrónicas se puede contemplar como es que un único modelo de tenis encausó no sólo el desarrollo en el decorado sino de toda una gama de estilos que difieren en la función y cubren cualquier necesidad deportiva o de simple vanidad.
Y es que con independencia de querer usar el artículo que las estrellas de moda anuncian, llevar tenis en determinado contexto puede convertirse en toda una declaración política de principios. Casos, hay muchos. Por ejemplo Jerry Seinfield, declarado un coleccionista compulsivo de tenis, quien dedicó un episodio de su serie televisiva a la neurosis que esta afición le provoca. Que decir de Robert Smith, una de las figuras más representativas para la escena darkie, gótica, oscura o como se le quiera llamar, quien a finales de los 80, momento cúspide de su carrera usaba tenis tipo bota de astronauta –blancas, por supuesto– en lugar de unas solemnes Dr. Matens. Por supuesto que no se puede pasar por alto al Chapulín Colorado quien hizo de este calzado parte fundamental de su icónico uniforme, el cual subrayaba su condición de superhéroe tercermundista, cualquier guardián del orden que se respetara usaba botas o ya de menos zapatos. Además, hasta los años 70, el tipo de tenis que este personaje utilizaba, así como la marca que los producía, eran una clara referencia a la clase baja. No es gratuito que Sixto Valencia calzara al, ahora controvertido, Memín Pinguín con esos mismos tenis.
Just for Kicks puede considerarse como el reconocimiento de la importancia de este calzado más allá de la cultura pop, no será extraño ver en un futuro alguna materia de estudios culturales contemplando con rigor académico este fenómeno.




Código 06140 No. 32 Abril/Mayo 2006

RIZE
Clowning & Krumping
Desde que fue descubierto por Andy Warhol, David LaChapelle se ha convertido en uno de los fotógrafos más influyentes de los Estados Unidos. Su extenso portafolio abarca los mundos de la moda, la música, y la publicidad; y ha innovando, a través de un estilo surrealista, la narrativa fotográfica en dichos espacios. Sus creaciones lo llevaron a convertirse en un director de video clips bastante acomodado en la escena del main stream que ha echo la delicia de adolescentes Mtv y adultos contemporáneos con sus producciones. No obstante, los intereses de LaChapelle en cuanto a las imágenes en moviminto apuntan hacia otra dirección como puede verse con su primer largometraje documental Rize (2005).
Esta cinta, explora la escena del Clowning y Krumping, las dos nuevas escuelas de baile de barrio afro-americano que se ha venido desarrollando en la zona conocida como South Central, Los Angeles desde 1992; y que han llamado la atención de los escolares por la carga cultural que rescatan sus coreógrafos e interpretes.
LaChapelle abre su cinta mostrando imágenes de los motines de Watts en 1965 y los levantamientos sociales ante el caso Rodney King 27 años después para establecer que esta manifestación artística nace y se desarrolla como una alternativa ante la violencia, pobreza y desesperación que envuelve a la comunidad afroamericana en esa zona de California. No obstante, durante el resto del documental, LaChapelle opta por dejar que los clowners y krumpers describan su escena en vez de interpretar su discurso al espectador; pero mantiene un equilibrio entre las anécdotas y el testimonio visual coreográfico. De no ser así, la obra se enfocaría más en conocer las historias personales de sus protagonistas que en verlos bailar.
Quizá la figura más sobresaliente de la cinta es Thomas “Tommy the Clown” Johnson, quien en 1992, después del incidente de Rodney King, comenzó a desarrollar el clown dancing como una especie de servicio social para ayudar a su comunidad a pasar ese trago amargo. Johnson fundó la compañía Hip-Hop Clowns & Entertainment Inc., la cual no sólo prestaba los servicios comunes de un payaso sino que ofrecía un espectáculo de baile con movimientos alocados y simpáticos inspirados en Michael Jackson y los B-boys. Tal fue su éxito que pronto tuvo que contratar a gente de su barrio para establecer su compañía de baile.
Poco a poco en todo California surgieron una gran cantidad de grupos de baile lo que dio pie para que Johnson comenzara a organizar las llamadas “Battlezones”; competencias que evocan a las “Dance Battles” neoyorkinas de los 80’s. Los encuentros en las “Battlezones” fueron tan intensos y violentos (en cuanto a las coreografías se refiere) que de ellos surgió el Krumping.
Este estilo de baile no sólo llama la atención por ser hiperquinético, furioso y atético; su energía y gracia remiten a algunas danzas tribales africanas ancestrales mientras que el maquillaje facial que usan sus adeptos evoca al arte ceremonial tradicional de ese continente despojándose de la carga europea que el Clowning mantiene.
El climax de Rize es la competencia entre Clowners y Krumpers, que tiene lugar en la Battlezone V, en donde ambas escuelas dan muestra del nivel de elaboración y complejidad que un manifestación pop puede alcansar en su forma y fondo. Con Rize, LaChapelle expande una investigación que comenzó con Clowns in the Hood (2003) y Krumped (2004) en donde se ha dedicado a documentar como este fenómeno se arraigó rápidamente en una comunidad consumiendo y mutando la identidad de quienes la formaban; para dar pie a una nueva conciencia que los hace establecer una nueva perspectiva de vida a través del reencuentro con sus raíces ancestrales.


Más Código

martes, 2 de enero de 2007

Generación

Estas fueron dos colaboraciones que tuvimos para la revista Generación cuando andabamos inmiscuidos con la Orden del Cister (colectivo dirigido por Danielito Drack). Desafortunadamente, tiempo después , fueron resiclados una y otra vez sin pedirnos permiso ni darnos una gratificación (ni siquiera verbal) por ello.

agosto 2001, no. 37

¿QUE DEMONIOS ESTAMOS HACIENDO AQUI?
En donde humildemente el autor describe la situación actual de la llamada escena obscura mexicana.

1.TRES PIES AL GATO
El 9 de abril de 1999 en una especie de talk show que realiza el canal once por las mañanas llamado Diálogos en Confianza ocurrió una de las situaciones más patéticas que conforman ( ya en gran parte) el anecdotario del rock mexicano.
La intención del programa era delinear las características de las diferentes tribus urbanas que se desenvuelven en nuestra sociedad. En otras palabras, se abrió la invitación a diversos colectivos e individuos que integran las diferentes ramas de la subcultura en México (grafiteros, dj's, skates, darks, etc.) para que hablaran acerca de sus ritos y costumbres, y también ¿por que no? e su ideología, en el caso de que contaran con ella. A decir verdad, el tema era muy ambicioso, con sólo hora y media de tiempo efectivo tanto los grafiteros como los dj's apenas alcanzaron a decir esta boca es mía. La mayor parte del programa se la comieron las cápsulas informativas, los comentarios de 2 especialistas y la no muy afortunada participación de un grupo gótico que interpreto 4 canciones de más de 3 minutos cada una. Hasta ahí podría decirse que fue un programa gris, en donde no ocurrió nada fuera de lo normal. Sin embargo, fue la intervención de los chavos que forman parte de la escena obscura mexicana ( inclúyome en el paquete) lo que le dio algo de color a la situación. ¿Qué quiero decir con esto? Bueno, a la hora que nos tocó hablar, nuestra participación fue contundente. Fuimos los únicos, a través de nuestros comentarios, en dejar en claro que no teníamos la menor idea de cuales son las características ideológicas que definen a la escena obscura (si es que en realidad las hay) . Entre más abríamos la boca más grotesca se volvía la situación. ¿Que es un dark? ¿Que es lo que te hace ser dark? preguntaba la conductora . De entre todo lo que rebusnamos esto fue lo que se llevó la tarde: Pues te tienen que pasar varias cosas en la vida, es como un proceso. Pero depende de cada uno, aquí lo que importa es la individualidad. ¿Qué es lo que te tiene que pasar? ¿A caso que se te muera un perrito? ¿Pasar por una especie de iniciación? ¿Qué te crezcan colmillos? Quizá todo radica en sentirse triste y desamparado, adquirir las últimas novedades de la Cleopatra records, comprarse un abrigo de peluchito negro en la Lagunilla, acudir indiscriminadamente a eventos que en el nombre lleven alguna especie de dejo obscurón, macabro o algo así y (esto es al gusto de la persona) autoproclamarse artista maldito ¿quién sabe? El hecho es que por un lado se busca institucionalizar (por decirlo así) algo que en principio nos es ajeno de origen y por otro se quiere hallar en una escena rasgos similares a los de un movimiento como lo fueron el punk o el hippie, tal vez ahí está el error.
Los primeros trabajos musicales inscritos bajo el rubro dark surgen a finales de la década de los setenta. Grupos como Joy Division o Bauhaus presentaban en sus letras visiones de desamor, pérdida de fe tanto en la gente como en el individuo y desconfianza en la sociedad entre otras cosas. Otros retoman temas mórbidos y escatológicos así como fantásticos y góticos. Estos grupos son resultado directo del movimiento punk, sin embargo sus principales influencias van desde the Doors, Velvet Underground y David Bowie hasta Black Sabbath y Alice Cooper entre otras.
Ahora bien, la gente que acudía a las presentaciones de estos grupos siempre vestía de negro. Se mezclaba la sencillez de la playera de manga corta y los pantalones de mezclilla con las excentricidades de la moda new romantic, camisas de holanes, casacas, abrigos, botas etc. y, siendo distintivo de los ochenta el uso de max factor y studio line, cara y cabello complementaban el outfit. Esta imagen resultó tan llamativa como la punk sólo que a sus portadores se les bautizó como goths (góticos).
Nunca hubo un manifiesto gótico o algo que se le pareciera, lo más cercano a ello fue el libro del Goth Rock de Mick Macedale, documento que clasifica (arbitrariamente) a varias bandas como parte de esta escena ya sea por sus letras, estilo de música o por que público así las considera.
Podría decirse entonces que la escena gótica o dark no difiere de la metalera (por poner un ejemplo). Es simplemente un estilo de música al que se le rinde cierto culto en donde conviven discursos cuya influencia puede venir de Sartre, Ciorán, Camus o bien de Dante, Milton, Bataille, Poe, Lovecraft e incluso de Ann Rice por nombrar algunas y en donde quizás el punto de convergencia de creadores así como el de los espectadores sea el desencanto por el mundo.

2. ¿DARK HECHO EN MÉXICO?

En aquella emisión de Diálogos en Confianza una de las llamadas decía que deberíamos preocuparnos más por nuestras tradiciones que por estar copiando cosas venidas del extranjero, que una escena como la obscura no podía darse en México porque nada tenía que ver con nuestra realidad social, cultural e incluso física (según esta persona para formar parte de la escena se debe ser ario). Si hiciéramos caso a comentarios tan absurdos como este y nos abstuviéramos de tomar influencias externas que puedan mancillar nuestra pureza , deberíamos pensar en aplicarlo también a muchas otras cosas de la vida diaria, por ejemplo a las hamburguesas.
Ahora , enfocándonos a la esencia del comentario, esto de la escena obscura no es un elemento incompatible con la realidad mexicana. Para gusto de todos aquellos masiosares he aquí tres puntos (bastante obvios y cotidianos) a favor de la legitimación (ja,ja,ja) de el dark en México.
a) Desde tiempos prehispánicos México tiene una cierta manera de ver a la muerte, tanto como figura mística así como hecho físico, favor de observar las distintas formas de celebrar el día de muertos , los grabados de Posada así como el humor negro popular entre otras cosas. Mitos, leyendas e historias de calles en ciudades o zonas coloniales, naguales, brujas oaxaqueñas, brujos de Catemaco, santitos, espantos, la llorona e incluso el mismísimo chupacabras, no le piden nada a nibelungos, elfos, duendes, etc. El gusto del mexicano por lo mórbido y lo escatológico se refleja en el éxito del niño araña o la mujer serpiente en las ferias de pueblo o bien, si se le busca el lado high tech ,sólo hay que prender la tele y ponerle a Duro y Directo.
b) La fuerte influencia católica sobre México y su concepto del mea culpa influyen en la vida diaria de cualquiera, misceláneos y ateos incluidos.
c) El desencanto producido por la tibieza y cinismo de las instituciones, figuras públicas, movimientos sociales, estudiantiles, culturales y la nula disposición para hacer siquiera un pequeño intento por variar las cosas hacen de México un lugar paradisiaco para el darkie.

3. PERO BUENO...¿Y QUÉ PASA CON LA ESCENA?
La noción de la escena como tal llegó a México con la película The Hunger (1982) dirigida por Tony Scott pero no se puede hablar propiamente de una escena obscura sino a partir de 1994 cuando se dejan venir una gran cantidad de grupos góticos extranjeros (por supuesto que hubo grupos mexicanos de tendencias darkies muchos años atrás, se podría decir que desde el 84 con las incursiones de Mistus pero específicamente con Las Insólitas imágenes de Aurora , pero esto se mencionará en otro momento). Es en ese año cuando la moda gótica entra en su apogeo, por todos lados se dejan ver chavitos vestidos de negro, con el pelo de colores y maquillados hasta el punto de parecer pambazo. El radio abre espacios especializados en la materia, por un lado 105.7 (antes de convertirse en Órbita) cuenta con la atinada participación de Arturo Saucedo, por el otro el desaparecido Rock 101 poniendo su granito de arena con Gaveta 12 conducido por Clauzzen. Opción Sónica y recientemente SUM records aportaron su granito de arena al editar en México los trabajos de varias vacas sagradas como Dead Can Dance, Bauhaus ,Stoa, Love and Rockets, etc. Aparecen publicaciones independientes especializadas en el género y por supuesto agrupaciones musicales que adoptan tanto la estética como los discursos convenientes para las letras. Poco a poco de otras disciplinas artísticas como las plásticas o las dramáticas comienzan a surgir trabajos que se inscriben en el rubro creando así una escena. El Tianguis del Chopo , así como la Lagunilla y Coyoacán se convierten en espacios naturales para los darkies. No faltó a quien se le ocurriera la genial idea de crear colectivos con el fin de conseguir espacios y mayor difusión, así como buenos ingresos para todos los participantes. Caso concreto La Orden del Cister y el sello musical independiente Binaria .
Cinco años han pasado . Sí se asiste a un concierto de algún grupo extranjero en donde abra uno mexicano uno podría llegar a sorprenderse. La gente que acude a estos conciertos es de la poca que respeta a los teloneros. No los apura, no los abuchea ni les avienta cosas. Les pone atención. Si no la banda no es de su agrado, simplemente el aplauso es tibio. Cualquiera podría pensar que el gótico es un público que sabe escuchar. Sin embargo, no es así. Las cosas se han estancado bastante y parece que nadie se ha dado cuenta de ello. La mayoría de las bandas se preocupa más por su imagen que por aprender a tocar su instrumento, y de la propuesta musical . . . ni hablar. Y no se trata de ponerse exquisito y pedir innovaciones en cada proyecto que se presenta, pero quizás si un poco de consciencia y compromiso con lo que se está haciendo. Es común que de cada grupo alguno de los integrantes forme parte de dos y hasta tres grupos distintos al mismo tiempo (es gracioso ver como en algunas de las presentaciones en donde participan varias bandas los músicos se rotan). La escena padece mucho del cáncer llamado es que yo soy lírico (que afecta a muchas otras escenas, ramas artísticas, movimientos, etc. y que en México estamos a punto de patentar), escudan en ello su mediocridad. Y al igual que las otras disciplinas que pueden encontrarse dentro de la escena, literatura, las artes escénicas y pintura, no son capaces de ver más allá de lo que el libro del Goth Rock o Gaveta 12 les muestra. Se van por el camino de lo trivial y lo complaciente. Sin embargo es el teatro lo que muestra más carencias . Los trabajos que hasta la fecha se han presentado dan mucha lástima. Son el ejemplo más claro de la falta de preparación y del poco interés por obtenerla. En fin.
Algunas propuestas rescatables en la música son: Encefálisis, Hocico, Horizonte de Sucesos, Hueco, Bela Lugosi , Nona Delicas, Dj Linga, Veneno para las Hadas y Ogo; en la pintura la obra de M.A. Tahual, y Mártyr; del performance se puede mencionar a Semefo y Encefálisis y en las publicaciones La Mandrágora es recomendable. Todos ellos toman con mucha responsabilidad su trabajo. Sin embargo, habría de hacerse una seria reflexión en cuanto a continuidad y difusión se refiere, pues es ahí en donde todos estos proyectos tienen su talón de aquiles. Muchas veces la solemnidad que quieren reflejar se transforma en azote y la pose de memantengosubterraneoparanoperderpureza termina siendo un suicidio involuntario. En el caso de varios de estos proyectos sus presentaciones, que alguna vez resultaron interesantes por ser originales (por lo menos en nuestro México D.F.), se han vuelto tediosas y predecibles. Lo que en determinado momento llegó a tener tintes de ritual se ha transformado en rutina.




Año XVI, no. 37La escena obscura y el cine.

Definir los parámetros de la escena obscura en México es una de las cosas más ociosas de las que se han ocupado “antropólogos”, periodistas, fanáticos y miembros de la comunidad artística darkie. Esto se debe a que no existen ni una ideología concreta que establezca la manera en que un individuo debe comportarse al ser miembro de esta escena, ni lineamientos artísticos que proporcionen las bases estéticas mínimas que un creador debe seguir. Por lo mismo, hay veces que es difícil establecer cuales son las obras representativas de la escena. Cuando se menciona cierta producción hay voces que muestran un apoyo incondicional, tajante y hasta totalitario, pero también las hay en donde el sentimiento va en dirección contraria y las condenas que se desprenden rayan en una especie de fanatismo.
El cine es una de las disciplinas que más controversia levanta en este sentido. Existe, por supuesto, el lugar común que radica en el cine de vampiros y en Hellraiser. Ambas propuestas han dotado a la escena obscura de cierta estética en cuanto a la vestimenta se refiere, por un lado el dandy que viste terciopelo y holanes y por el otro el sado-masoquista con su lather outfit. Es aquí en donde comienza la discusión. Hay quienes sostienen que el discurso de estas propuestas es superficial y que no invita a la reflexión, pues una visión obscura va mucho más allá de una nostalgia romántica ramplona de aquellos que sufren la melancolía y soledad del vampiro; así como de la gratuidad y vulgaridad en la que muchas veces cae lo grotesco, en su intento por parecer maldito o mejor dicho malo. A este sector le llama mucho más la atención discursos tales como los que manejan Lynch, Pasolini, Polansky, Kubrick, Buñuel, Burton, Cronenberg, Ferrara, Argento, Craven, Hitchcock, Greenaway , Jordan y por supuesto Bergman. Desafortunadamente dicha visión es demasiado intelectual pretenciosa y aburrida dirían algunos. Por ello, antes de ingresar a una camisa de once varas, lo más adecuado sería apuntar algunas obras en donde ambas visiones coincidan de manera generosa. Y aunque esto genere dolor en algunos, es innegable que el punto de convergencia radique en el vampiro debido a la cantidad de ejercicios que se han hecho a partir de su figura.
Para empezar, no se puede pasar por alto aquellos vampiros ochenteros encerrados en la moda y costumbres de la época. Lo exagerado se transforma en glamoroso, tanto así que en Vamp (1986) Grace Jones demuestra lo inútil que es el maquillaje y los efectos especiales ante los atributos naturales de su persona, aquella mujer tuvo todo lo necesario para convertirse en una de las vampiresas más convincentes de la década, puro leguaje corporal. La historia se desarrolla dentro de un antro cuya ambientación se asemeja al bar de Flashdance y la gente al público y participantes del programa de Cesar Bono ‘Disco Jackson’. Michael Sembello y el Break Dance como fondo musical. Those were the days. Sin embargo, ese mismo año, los colores neón, los sacos moderato, el fijador y los mallones se hacen a un lado en otra cinta en donde unos vampiros desarrapados, recorren las carreteras de los estados unidos en una camioneta buscando el reventón, el faje y por supuesto la cena. No pensar en el futuro, vivir al día. Near Dark (1987) viste al vampiro con el traje del adolescente que ha huido de casa y que simplemente no se halla. Lo más atractivo es Jenny Wright, la vampiro-lolita protagonista de esta película, es la apariencia de mugrosa, y la actitud de white trash que la envuelve. Este es un vampiro desencantado del sistema, un paria social a la vista de los demás. La generación x comienza a asomarse.
Pasan los años, pasan las modas y pareciera que el cine occidental se ha estancado, pocos son los directores que logran escapar de esta parálisis discursiva, las fórmulas se han gastado, es entonces cuando sus ojos voltean al lejano oriente de donde vendrá un nuevo aire, de China sobre todo, pero las animaciones japonesas no se quedan muy atrás. La influencia de los encuadres, el tiempo y la narración del anime trae nuevos bríos a la cinematografía. Vampire Hunter D fue una de las primeras animaciones en darle la vuelta al globo en esta etapa de búsqueda. La visión romántica del vampiro se mezcla con varios elementos cyberpunk que tanto gustan a los japoneses y a los amantes del género. Discriminación, desconfianza y desencanto. Tres elementos que para 1992 comenzaban a instalarse en la vida diaria de cualquier adolecente ya venían incluidas en dicha caricatura.
Abel Ferrara, precursor del cine de hiper violencia , autor de The Drill Killer, Mrs. 45, King of New York. entre otras , realiza en 1995 The Addiction, película filmada en blancio y negro en donde los personajes principales aparte de llevar una vida común y corriente, se sientan a discutir a Nietzche y Shoppenhauer para tratar de entender mejor la deshumanización masiva de esta época y su fin último como seres vivos. Lo que hace especiales a estos personajes es el hecho de ser vampiros. La película obtuvo muy buenos comentarios de la crítica pero tanto su discurso filosófico como la decisión del director por filmarla en blanco y negro la hicieron demasiado densa para que tuviese un éxito comercial medio.
Pasar por alto a The Rocky Horror Picture Show (1974) sería algo imperdonable, ya que se trata de la mayor película de culto en la historia de la cinematografía mundial. Esta es una película que desde el día en que se estreno hasta la fecha se proyecta todos los viernes y sábados a las doce de la noche en muchas ciudades del mundo, L.A. , N.Y. , Francia, Londres, España, Japón por mencionar algunos. Se ha convertido en todo un espectáculo interactivo, la gente que asiste regularmente a las funciones, va disfrazada de su personaje favorito, como público tienen que hacer ciertas cosas en determinado momento, tienen un guión que recitar, etc. Pero esto es sólo una de las cosas que la hizo sobresalir. Probablemente a simple vista, no parezca una película de vampiros, sin embargo, Richard O’Brian, al igual que Ridley Scott en Alien, traspasa los límites que una adaptación literal impone. El argumento es muy simple, una pareja de novios viajan en una noche lluviosa por la carretera, de repente una de las llantas de su auto se poncha, buscan refugio en un castillo que casualmente se encuentra cerca de la zona del percance sin saber que el propietario es un científico loco vampiro-extraterrestre que tiene la intención de dominar el mundo. Ellos por supuesto tratarán de impedirlo, lo malo (o quizá sea bueno) es que fallarán en el intento, serán sometidos y transformados en criaturas similares a su conquistador. No hay lágrimas en ello, no hay dolor, todo lo contrario, estarán encantados en su nueva condición y están dispuestos a ayudar al extraterrestre en sus planes.
El vampiro del Roky Horror tiene la mayoría de las características de cualquier vampiro típico de Hollywood, sólo que algunas fueron alteradas para enriquecer la obra y no se notan a primera vista. Frank n’ Furter (nombre del vampiro, interpretado por Tim Curry), es un extraterrestre travestí bisexual vestido según los cánones glam de la época (brillo y maquillaje predecesores directos del la estética darkie) venido del planeta Transexo ubicado en la galaxia Transilvania.
Los fluidos corporales de los que se alimenta no corren a través de la venas de sus víctimas y no son sangre precisamente. No transforma a sus víctimas en muertos vivientes sino en individuos esclavos de sus ‘bajas pasiónes’. El sentido sexual y andrógino en la figura vampírica es explotado a su máximo, ni para él (Frank n’ Furter), ni para sus ‘víctimas’ existe la monogamia, ni la heterosexualidad, ni el pudor. Todo ello ayuda a subrayar el sentido misantropo de la obra y su mensaje: El ser humano es capaz de traicionar a sus semejantes y a sí mismo a cambio de la satisfacción personal , sus valores morales no son más que inútiles e incomodas vestimentas. The Hunger, 1983 dirigida por Tony Scott y protagonisada por Catherine Denueve, David Bowie y Susan Sarandon, es una pelicula testimonio de los puntos más altos de la estética, la ideología y la música del movimiento oscuro de los ochenta, así como una de las mejores películas de vampiros de esa década. Mensajes, muchos: Soledad, el miedo a la misma, egoísmo, la desesperación del ser humano por querer vencer a la Naturaleza y por no aceptar la fragilidad en uno mismo, la supervivencia del más apto y/o más fuerte. No es tan distinto el sentimiento de desencanto de The Hunger que el del Rocky Horror, pero si es mucho mas maduro y está mas fundamentado, tal y como lo estaba el movimiento oscuro en esos días. Fue gracias a The Hunger que esta rama de la cultura subterránea fue conocida masivamente aquí en México. Al principio de la película aparece Bauhaus (uno de los grupos oscuros más famosos de Inglaterra, en ese entonces) interpretando Bela Lugosi’s dead. Hubo gente que pensó que Bowie cantaba la canción y como esta los impacto, corrió a las tiendas a buscar el soundtrack del filme, para su desgracia éste no incluía la canción. Los más aferrados, al conseguir el disco cayeron en cuenta de que no era Bowie el que cantaba sino un tal Peter Murphy y que la banda que encabezaba era parte de toda una tendencia artística no muy conocida en el país pero muy interesante y bueno, el resto es historia...